14-08-09 - Eduardo Guerra
El pasado 6 de agosto de 2009, en la ciudad de Quito, Ecuador, el Presidente - Hugo Chávez - aprovecho la oportunidad de la reunión de UNASUR para tratar de amedrentar al resto de los presidentes latinoamericanos presentes. Parafraseando el titulo “Vientos de Guerra” de la novela histórica, escrita por el norteamericano Herman Wouk (Editorial Grijalbo, 1971), el teniente coronel utilizo esta expresión para intentar dramatizar su rechazo al convenio que firmará el Presidente colombiano - Álvaro Uribe - con el Presidente - Barack Obama - . Y algo de temor debe haberles infundido, vistas las caras de algunos de los mandatarios. Los Presidentes habían acordado no incluir en el temario, el espinoso tema de las posibles bases norteamericanas en Colombia, en vista que Álvaro Uribe no asistiría a la mencionada reunión, dada la ruptura de relaciones entre Ecuador y su país. Pero sin importar el protocolo y saltándose el acuerdo previo - Hugo Chávez - apoyado por uno de sus subordinados el Presidente ecuatoriano - Rafael Correa - arremetió contra Uribe y argumentando que él no quería meterse en los asuntos internos de Colombia, aseguraba que tiene derecho a denunciar que los EE.UU. quieren instalar sus bases militares para atacar a la revolución bolivariana. Para complacerlo, los mandatarios decidieron pedir otra reunión, ahora en Argentina a finales del mes de agosto, para que Uribe pueda estar presente y de explicaciones de sus planes. Incluso los brasileros, jugando con mucha ambigüedad propusieron invitar al Presidente norteamericano.
Y es que Chávez sin querer, nos obliga a recordar el argumento de la novela de H. Wouk “Los vientos de la guerra empiezan a azotar el mundo entero. Hitler, El Führer de una Alemania a la que ha imbuido su agresividad militarista, se apresta a conquistar Europa. La maquinaria bélica germana se pone en marcha. Las tropas invaden Polonia, se constituye el eje Berlín-Roma, las anexiones de países se suceden y la violencia se extiende por el planeta”
Haciendo la analogía, y sin pretender igualar la maldad y ambición de poder de Hitler con las de Chávez, podríamos decir que el teniente coronel haciendo uso indiscriminado y descarado de los petrodólares venezolanos, se ha dedicado a extender su revolución de pacotilla, a financiar las campañas electorales de sus pupilos (Fernández de Kirchner, Morales, Correa, Zelaya, Ortega) a darle apoyo militar, financiero y político a las guerrillas de las FARC, a comprar con millones de dólares el apoyo de los Gobiernos de Brasil y de España, y a chantajear al resto de países latinoamericanos, amenazándoles de sacarlos del club de pedigüeños de petróleo barato.
Es verdad que militarmente Venezuela es una ligera amenaza para sus vecinos, (sino, pregúntenles a los familiares de los militares venezolanos que han muerto en los últimos meses en los helicópteros rusos que se caen como moscas) pero puede ser peligro al fin. El Gobierno venezolano le ha comprado a los rusos y a los chinos más de 7.000 millones de dólares en armamento, convirtiéndose así, después de Brasil, en el segundo país más armado militarmente en America Latina. ¿Pero algo se esta moviendo para frenarlo? Creo que no... El Subsecretario adjunto de los Estados Unidos para asuntos latinoamericanos – Cristopher McMullen - comento recientemente que no eran responsables las declaraciones de Chávez en Quito; y aun así los EE.UU. sigue comprándole a Venezuela mucho petróleo, lo paga con millones de dólares constantes y sonantes, que luego Chávez utiliza para atacarlos.
El castro-chavismo avanza, donde lo dejan se mete; si le hacen resistencia retrocede pero vuelve otra vez, manipula, compra, corrompe. Como muestra, véase la angustia que están padeciendo los hondureños.
El eje la Habana – Caracas se esta consolidando, no será con tanques de guerra y bayonetas al estilo nazi, pero si con las mismas pretensiones ¡seguro que si!
Ahora bien, para los venezolanos ya la cosa no es solo un viento que sopla…, para los sufridos habitantes de Venezuela la realidad que están viviendo es un verdadero TIEMPO de guerra.
El campo de batalla es Venezuela, un país que Chávez está llevando aceleradamente a la más oscura de las dictaduras, al mejor estilo del mar de la felicidad cubana. Desde que el teniente coronel llego al poder, los venezolanazos han visto entre otras cosas:
- Más de 150.000 personas asesinadas en diez años por acción de la delincuencia.
- Secuestros y robos como nunca.
- El cierre de Radio Caracas Televisión.
- El cierre de 35 emisoras de radio, de una lista de 240 que ya están anunciadas.
- Expropiaciones y confiscaciones de grandes y pequeñas fincas agrícolas y ganaderas.
- Deterioro absoluto de la infraestructura socio sanitaria, donde las mujeres no tienen ni donde dar a luz sus hijos.
- Cierre y quiebra de miles y miles de empresas.
- Importación de azúcar, café, coches, gasolina y pare Ud. de contar, en un país que exportaba estos renglones.
- Aprobación de leyes inconstitucionales tales como: La Ley de Educación, Ley de Propiedad Social, Ley Electoral, Ley de Terrenos Urbanos, y la llamada Ley Maldita de Delitos Mediáticos, que por ahora…han retirado.
- Creación de las bandas terroristas chavistas que actúan libremente contra cualquier manifestación de la oposición, al mejor estilo fascista de los camisas negras de Mussolini.
- Modificación del estamento militar, convirtiendo a las Fuerzas Armadas en una Guardia Pretoriana al servicio único del Comandante Chávez.
- Entrega de los registros civiles y mercantiles al control de los cubanos.
- Entrega del control de los servicios de inteligencia venezolanos al G2 Cubano.
- Más pobreza que nunca, a pesar que el Gobierno chavista ha recibido más de 900.000 millones de dólares en su periodo de mandato.
Y es que… necesitaríamos muchos folios solo para enunciar las acciones de guerra y las batallas que están padeciendo los venezolanos. ¿Soplan vientos de guerra? ¡No que va! ¡Vivimos activamente una verdadera guerra!
Y es que Chávez sin querer, nos obliga a recordar el argumento de la novela de H. Wouk “Los vientos de la guerra empiezan a azotar el mundo entero. Hitler, El Führer de una Alemania a la que ha imbuido su agresividad militarista, se apresta a conquistar Europa. La maquinaria bélica germana se pone en marcha. Las tropas invaden Polonia, se constituye el eje Berlín-Roma, las anexiones de países se suceden y la violencia se extiende por el planeta”
Haciendo la analogía, y sin pretender igualar la maldad y ambición de poder de Hitler con las de Chávez, podríamos decir que el teniente coronel haciendo uso indiscriminado y descarado de los petrodólares venezolanos, se ha dedicado a extender su revolución de pacotilla, a financiar las campañas electorales de sus pupilos (Fernández de Kirchner, Morales, Correa, Zelaya, Ortega) a darle apoyo militar, financiero y político a las guerrillas de las FARC, a comprar con millones de dólares el apoyo de los Gobiernos de Brasil y de España, y a chantajear al resto de países latinoamericanos, amenazándoles de sacarlos del club de pedigüeños de petróleo barato.
Es verdad que militarmente Venezuela es una ligera amenaza para sus vecinos, (sino, pregúntenles a los familiares de los militares venezolanos que han muerto en los últimos meses en los helicópteros rusos que se caen como moscas) pero puede ser peligro al fin. El Gobierno venezolano le ha comprado a los rusos y a los chinos más de 7.000 millones de dólares en armamento, convirtiéndose así, después de Brasil, en el segundo país más armado militarmente en America Latina. ¿Pero algo se esta moviendo para frenarlo? Creo que no... El Subsecretario adjunto de los Estados Unidos para asuntos latinoamericanos – Cristopher McMullen - comento recientemente que no eran responsables las declaraciones de Chávez en Quito; y aun así los EE.UU. sigue comprándole a Venezuela mucho petróleo, lo paga con millones de dólares constantes y sonantes, que luego Chávez utiliza para atacarlos.
El castro-chavismo avanza, donde lo dejan se mete; si le hacen resistencia retrocede pero vuelve otra vez, manipula, compra, corrompe. Como muestra, véase la angustia que están padeciendo los hondureños.
El eje la Habana – Caracas se esta consolidando, no será con tanques de guerra y bayonetas al estilo nazi, pero si con las mismas pretensiones ¡seguro que si!
Ahora bien, para los venezolanos ya la cosa no es solo un viento que sopla…, para los sufridos habitantes de Venezuela la realidad que están viviendo es un verdadero TIEMPO de guerra.
El campo de batalla es Venezuela, un país que Chávez está llevando aceleradamente a la más oscura de las dictaduras, al mejor estilo del mar de la felicidad cubana. Desde que el teniente coronel llego al poder, los venezolanazos han visto entre otras cosas:
- Más de 150.000 personas asesinadas en diez años por acción de la delincuencia.
- Secuestros y robos como nunca.
- El cierre de Radio Caracas Televisión.
- El cierre de 35 emisoras de radio, de una lista de 240 que ya están anunciadas.
- Expropiaciones y confiscaciones de grandes y pequeñas fincas agrícolas y ganaderas.
- Deterioro absoluto de la infraestructura socio sanitaria, donde las mujeres no tienen ni donde dar a luz sus hijos.
- Cierre y quiebra de miles y miles de empresas.
- Importación de azúcar, café, coches, gasolina y pare Ud. de contar, en un país que exportaba estos renglones.
- Aprobación de leyes inconstitucionales tales como: La Ley de Educación, Ley de Propiedad Social, Ley Electoral, Ley de Terrenos Urbanos, y la llamada Ley Maldita de Delitos Mediáticos, que por ahora…han retirado.
- Creación de las bandas terroristas chavistas que actúan libremente contra cualquier manifestación de la oposición, al mejor estilo fascista de los camisas negras de Mussolini.
- Modificación del estamento militar, convirtiendo a las Fuerzas Armadas en una Guardia Pretoriana al servicio único del Comandante Chávez.
- Entrega de los registros civiles y mercantiles al control de los cubanos.
- Entrega del control de los servicios de inteligencia venezolanos al G2 Cubano.
- Más pobreza que nunca, a pesar que el Gobierno chavista ha recibido más de 900.000 millones de dólares en su periodo de mandato.
Y es que… necesitaríamos muchos folios solo para enunciar las acciones de guerra y las batallas que están padeciendo los venezolanos. ¿Soplan vientos de guerra? ¡No que va! ¡Vivimos activamente una verdadera guerra!
Nota: Volveremos en tres semanas, luego de disfrutar unos días de vacaciones
