viernes, 13 de marzo de 2009

Ruleta Rusa… Bolivariana

13-03-09 - Eduardo Guerra
Es un hecho indiscutible que la suerte de Venezuela y las de todos sus habitantes esta ligada a las decisiones que Hugo Chávez tome a partir de este momento.

Será inevitable para los venezolanos padecer las consecuencias de haber aplicado el Socialismo del Siglo XXI, especie de receta socio-económica, combinada de castro-comunismo y neofascismo autoritario, salpicado con extracto de un capitalismo de Estado rabioso, en esencia, política chavista roja rojita.
Y creemos que puede ser a partir de octubre 2009, que se le pondrá difícil la cosa al pueblo venezolano, porque en los últimos diez años el teniente coronel lo tuvo relativamente fácil. Apalancado en un súper ingreso de más de 800.000 millones de dólares, ha estado permanente minando todas las bases de las instituciones y poderes del estado venezolano. Con su estrategia de dos pasitos p´lante, un pasito p´tras, y regando a la mayoría de los países latinoamericanos con sus petrodólares, ha logrado, por ahora, ir influenciando en ellos de manera determínate e impulsar su bolivarianismo.

Luego del enmiendazo del 15 D, el Presidente venezolano decidió apretar el acelerador de su “revolución” y de manera suicida, como quien juega a la ruleta rusa, la emprendió contra las empresas privadas productoras de alimentos, expropiándolas a capricho, sin ton ni son, y así ha intervenido fincas productivas a su antojo, sin que nada lo detenga, sin ley ni Constitución que valga.

Hasta ahora, cada rubro de la producción (cemento, electricidad, teléfonos, alimentos, etc.) cada vez que han caído en manos chavistas, se han desplomado en picado, pero esa situación no era en extremo grave, por que a fin de cuentas la chequera petrolera le permitía importar de todo. Las cifras del año 2008 apuntan a que el 70% de los alimentos consumidos por los venezolanos fueron importados. No digamos nada de los otros insumos y productos que entraron al país en este festín de nuevo riquismo que ha exhibido el Gobierno.

El verdadero susto para los venezolanos es que ya Chávez y su Gobierno ha demostrado con creses su ineficiencia como administrador y como gobernante y, que ahora se enfrenta a una crisis económica mundial sin dinero, sin experiencia, ni estructura productiva y con la cabeza llena de chiripas, especie de ideas neo-comunistas, que mas temprano que tarde arruinaran el futuro de Venezuela.

Y es que esta crisis no será como las demás, ésta es y será diferente. Y la razón principal para estar preocupados son las noticias que circulan acerca de la gallina de los huevos de oro, PDVSA.
Los expertos en temas petroleros dicen (en Venezuela nadie conoce una auditoria seria de PDVSA) que en la petrolera no saben cómo hacer para garantizar el suministro interno de gasolina, gas domestico, etcétera., mucho menos el cumplimiento de los contratos de exportación de crudo. Ni Rafael Ramírez, Ministro de Energía y Presidente de la petrolera, ni ningún otro ministro del gabinete se atreven a decirle a Chávez lo mal que esta la única empresa que produce dólares frescos, constantes y sonantes.
Las plantas de refinación requieren un constante mantenimiento que de hecho es tan costoso, que muchos economistas sostienen que es mas barato cada diez años abandonar una refinería y construir una nueva, que tener que reparar la vieja.
Pues bien, las plantas de refinación de PDVSA están casi liquidadas, y pronto habrá que pararlas para hacerles el mantenimiento mayor, que de hecho las dejara fuera de producción por unos meses.
El problema es que se requiere de muchos millones de dólares para hacer lo que llaman el “revamping” de una refinería, y PDVSA no tiene crédito, y las contratistas que podían hacer el trabajo mayor, esas empresas extranjeras que fueron sacadas del país hace unos meses, ni de casualidad van a venir a trabajar sin pago por anticipado, ya que todo el mundo sabe que PDVSA no paga una factura desde hace muchos meses. Lamentablemente, al parecer tampoco las empresas venezolanas están en capacidad de asumir ese mantenimiento mayor. Entonces, si todo estos rumores son medianamente ciertos, habrá que preparase para lo peor. El país tendrá que importar gasolina y gastar las reservas de dólares que están en el Fonden para quemarlas con la gasolina mas barata del mundo, cuando lo lógico es conservar esos recursos para comprar alimentos, ya que es más importante comer que conducir coches, de tal manera que ni habrá comida ni habrá gasolina. Es decir, ¡el propio infierno chavista!
Si alguien le llega a decir a Chávez que es de vida o muerte aumentar por cuatro el precio de la gasolina para asegurar su uso más racional, se arriesgaría a ir a la cárcel, el Presidente no quiere escuchar nada porque sabe que ahí se hunde su revolución. Así que se corre un alto riesgo de no tener gasolina en los próximos meses porque los vendedores internacionales van a pedir un giro de los dólares por adelantado; nada de te abono en 30 días la factura, ese crédito que solo se le otorga a las empresas que pagan bien. Las condiciones que se le otorgan a PDVSA son de estricto contado, ya que el mundo entero sabe que no paga ni una resma de papel, y sus bonos se cotizan al 50% de su valor nominal, en resumen la confianza en la capacidad de pago de PDVSA a largo plazo está seriamente en duda, o descartada.

Finalmente podemos decir que es como una peste negra la que le cayó encima a Venezuela, y que ahora, gracias a una recesión económica mundial, nos veremos afectados antes de lo esperado.
Chávez se creyó ilusamente, la idea que es posible vivir sin trabajar, subir en la vida sin estudiar, sin esforzarse, etcétera. El teniente coronel tiene diez años vendiendo la idea imposible de que el estado puede mantener a la población en situación de dependencia, de subsidios, misiones, en vez de hacer lo que tenia que hacer, apoyar a la empresa privada y garantizar los servicios públicos.

Chávez, pudo ser el Presidente mas querido de Venezuela, por el cien por cien de los venezolanos, al que le toco la fortuna del barril de petróleo más alto de la historia, el que no tenía necesidad de pelear con nadie, pero no quiso… no supo; su resentimiento y complejos le pueden más. Ya perdimos diez años y al parecer podemos perder unos cuantos mas.

Al revolver bolivariano le queda cargado una bala de socialismo del siglo XXI, y Chávez esta dándole vueltas al tambor, dispuesto a apretar el gatillo, con la misma fuerza que esta acelerando su revolución roja rojita. Las probabilidades de salvarnos en sus manos son pocas. Ojala el pueblo venezolano reaccione pronto y detenga esa ruleta rusa… bolivariana.

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