viernes, 24 de abril de 2009

Manuel Rosales ¿Líder, héroe o cobarde…?

24-04-09 - Eduardo Guerra
Al venezolano Manuel Rosales, dirigente máximo del partido Un Nuevo Tiempo le llego la hora de la verdad, quizás una de las pruebas mas fuertes que tendrá que enfrentar en su vida. Tristemente ha tenido que renunciar a la Alcaldía de la ciudad de Maracaibo, la que gano en buena lid en noviembre de 2008.
Rosales se convirtió en un adversario político molesto para el Presidente Chávez, ya que el Comandante nunca lo pudo derrotar en el Zulia en los numerosos procesos electorales que se han celebrado en los últimos diez años. Los zulianos hasta ahora se han resistido al embate chavista y eso entre otras causas, ha sido motivo para que el exgobernador del Zulia se convirtiera en objetivo militar y político, de la revolución roja rojita.

De alguna manera en Venezuela a surgido la polémica de si Rosales ha tomado la decisión correcta al irse al Perú y solicitar asilo político, o si debió quedarse en el país, entregarse a las seudo “autoridades” y enfrentar la (in) justicia de los tribunales (chavistas) venezolanos.

En circunstancias tan convulsas como las que padece Venezuela, resulta difícil explicar y entender cualquier acción de los partidos políticos democráticos.

Los venezolanos en su mayoría, sobre todo los antichavistas ya están hartos de Chávez y de sus arbitrariedades. Necesitan urgentemente que surja un líder que los represente, que sea tan duro y magnético como el teniente coronel; alguien que se enfrente a Chávez de tu a tu, que lo cachetee, como si eso fuera lo mas importante.
La rabia contenida por tanto abuso hace que la gente tenga sed de venganza, y le pida a sus dirigentes que actúen tal como lo pide la inmediatez, la urgencia, aun a riesgo de cometer errores estratégicos y tácticos por desesperase. Quieren un héroe más que aun líder, y en esa posición si el dirigente opositor no actúa como el héroe esperado, entonces corre el riesgo que se le catalogue de cobarde. Existen ejemplos recientes en la historia de Venezuela. Cuando algunos dirigentes y técnicos de PDVSA se dieron cuenta que de seguir la huelga petrolera del 2002, el país y la oposición se debilitarían también, la gente les cayo encima y Carlos Ortega, Presidente de la CTV siguió adelante como le pedían a gritos; cuando los dirigentes de los principales partidos de la oposición decidieron no participar en las elecciones parlamentarias del 2004, y algún dirigente como Quiroz Corradi advirtió que era un error dejar a los chavistas solos en la Asamblea Nacional, también recibió fuertes criticas de su mismo grupo opositor.
Los dirigentes de los partidos políticos democráticos venezolanos se han equivocado varias veces, pensaron siempre que Chávez se podría derrotar con tácticas y técnicas democráticas y es apenas ahora, año 2009, que se están dando cuenta (y no todos) que al teniente coronel no lo pueden enfrentar solo con las tradicionales recetas políticas de la democracia.

Para algunos analistas políticos, hasta de buena fe, piensan que Rosales debió entregarse a los tribunales chavistas para demostrar que es valiente, a riesgo de ser asesinado y torturado en una cárcel, y quizás, si algún día salía… convertirse en el líder mártir de la democracia. Una vez mas atendiendo a la rabia legitima y a la frustración acumulada de la gente, la oposición cometería un error.

Manuel Rosales también tenía la opción de quedarse en Venezuela, escondiéndose, en la clandestinidad, y arriesgarse a que lo capturaran y lo mataran en una acción violenta. En este caso demostraría coraje, pero comprometería la libertad de su familia y la de todos los partidarios que le ayudaran.

Nadie sabe cuales serán las acciones que pueda ejercer desde su exilio, en Pro de la derrota de Chávez, pero de momento podrá seguir estando presente y trabajando, buscando aliados en el mundo, denunciando las tropelías del Presidente y apoyando a los suyos.
Rosales en sus primeras declaraciones desde Perú a dicho “demócrata no se entrega a dictador” y esta diciendo una verdad estratégica.

Se acumula la lista de perseguidos políticos que han tenido que salir de Venezuela por ser enemigos de la Revolución Bolivariana. Carlos Ortega, Patricia Poleo, Orlando Urdaneta, Eduardo Lapi y ahora Manuel Rosales, son solo unos de los nombres, pero se podrían agregar muchos mas, así como los de miles de ex empleados de PDVSA que fueron perseguidos impunemente por el Gobierno chavista y de los cuales la sociedad civil muy poco se acuerda de ellos.

El Presidente Chávez ya lo anuncio, la revolución entro en una etapa de profundización, el Comandante esta pisando fuerte el acelerador, y es por eso que desde la sala situacional del Palacio de Miraflores, el G2 cubano ejecuto el envío de miles de SMS en los que se comentaba que Rosales es un cobarde porque no enfrento la justicia como así como lo hizo el ex Alcalde de Baruta y ahora Gobernador del estado Miranda, Capriles Radonsky. Sembrar la intriga, y poner a pelear a la oposición como táctica de guerra sucia. “Divide y Reinaras” decía Maquiavelo.

Chávez se quito la careta, decidió saltarse la Constitución hasta donde los venezolanos lo dejen, y sino pregúntenle por los Comisarios Vivas, Forero y Simonovish, que han sido victimas de unas de las mas crueles e injustas sentencias judiciales que se han visto en la Venezuela contemporánea.

La Venezuela en la que le toco a Capriles Radonsky estar preso, no vivía esta etapa o nivel de profundidad revolucionaria, la que le ha tocado vivir a Manuel Rosales es mas violenta, más injusta aun. Ya no quedan instituciones y Poderes Públicos de contrapeso a la Presidencia. Lamentablemente la democracia venezolana esta minada por una especie de cáncer rojo rojito, en fase de metástasis. Ojalá nos equivoquemos, pero la lista de opositores perseguidos crecerá; incluso con el nombre de algunos ex chavistas que en su día fueron destacados héroes de la revolución; para muestra un botón: El general Raúl Isaías Baduel o el ex gobernador Manuel Manuit.

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