viernes, 30 de octubre de 2009

Del vilipendiado Pacto de Punto Fijo, a la esperanzadora Mesa de la Unidad

30-10-09 - Eduardo Guerra

El Presidente Hugo Chávez ha logrado con su habilidad destructora, denigrar y vilipendiar un hecho histórico que le dio sustento y viabilidad a la joven democracia venezolana, el Pacto de Punto Fijo. Este inteligente acuerdo nació justo en el momento en que la democracia era atacada por varios flancos; por un lado por los militares golpistas, herederos del teniente coronel Marcos Pérez Jiménez, y por el otro, por las guerrillas castro comunistas financiadas desde Cuba.

Sus hijos legítimos, los partidos políticos democráticos AD, COPEI, URD, MAS y otras fracciones, arrinconados por el efecto de sus errores y culpas, y empujados por el arrollador discurso del teniente coronel Hugo Chávez, no han sabido reivindicar, por ahora… este importante hecho político.

Este pacto fue la base para asegurar la continuidad institucional de la democracia venezolana. Se firmo hace 51 años, justo el 31 de octubre de 1958, en la casa Punto Fijo, residencia de Rafael Caldera, que estaba ubicada en la urbanización Las Delicias de Sabana Grande en Caracas. Lo firmaron Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Gonzalo Barrios por AD; Jovito Villalba, Ignacio Luis Arcaya y Manuel López Rivas por URD; y Rafael Caldera, Pedro del Corral y Lorenzo Fernández por COPEI.

Estos partidos políticos después de pelearse entre si, y con la lección aprendida luego de padecer la larga dictadura Perejimenista, decidieron ponerse de acuerdo para llevar adelante elecciones libres, soberanas, sin trampas, sin sectarismo ni zancadillas. Los intereses particulares e ideológicos fueron cedidos por el interés supremo del país y el de sus pobladores; por la paz y el progreso para lograr la igualdad y el desarrollo personal de los venezolanos. 40 años de democracia así lo demuestran, con sus defectos, si, pero inmensamente superior al desastre de los últimos 10 años de la revolución chavista del siglo XXI.

Ahora bien, la historia es terca y se repite. En esta coyuntura a la oposición venezolana le toca unir nuevamente sus fuerzas democráticas, para enfrentar la neodictadura con rostro de democracia. El paralelismo histórico viene a ser muy similar. 40 años después, otro teniente coronel golpista, Hugo Chávez, en el papel del déspota, sustituye al dictador Pérez Jiménez; la bonanza petrolera sigue generado todo tipo de asechanzas internas y externas, por los intereses que suscita. Si la oposición perdiera las próximas elecciones parlamentarías del 2010, prácticamente se perderá la única oportunidad de revertir democráticamente, las constantes violaciones de Chávez a la Constitución de 1998; lo mismo que hubiera ocurrido si Betancourt, Caldera y Villalba no hubieran defendido a la democracia de los enemigos cantados, los militares golpistas y los guerrilleros comunistas, que casualidad, ambas características encarnadas en el Comandante Chávez.

Es verdad que el Presidente llego al poder legítimamente, Pérez Jiménez no, pero también es una realidad la ilegitimidad del desempeño en esos dos gobiernos.

La Mesa de la Unidad no puede ser solo un pacto electoral para ganar unas elecciones. Los problemas que tiene Venezuela son muchos y no se resolverán solo porque Chávez sea desplazado del poder. La responsabilidad de los actuales líderes políticos democráticos es de una envergadura tal, que terminaran siendo tan responsables como Chávez si no logran ponerse de acuerdo. Afortunadamente ya se vislumbran algunos lideres capaces, por la Social Democracia, Antonio Ledezma, que esta demostrando que si se puede contar él, un líder serio y responsable que actúa inteligentemente; por el Social Cristianismo, Julio Borges; por la Izquierda Democrática Teodoro Petkoff; y surgen otros nombres de jóvenes promesas como Leopoldo López y Capriles Radosnky, Pablo Pérez, Salas Feo y Pérez Vivas, sin olvidar a los exiliados y presos políticos, como Manuel Rosales, que han caído en las batallas contra Hugo Chávez.

Del inteligente Pacto de Punto Fijo, pasando por la mentira del Socialismo del Siglo XXI, para llegar 51 años después a la esperanzadora Mesa de la Unidad, así es la historia de Venezuela, quien lo diría…

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