viernes, 12 de febrero de 2010

Del “Por Ahora” al “Comunismo del Siglo XXI.

12-02-2010 - Eduardo Guerra

Hace 18 años, Hugo Chávez, salio del anonimato por su frase “por ahora”, una vez que fue derrotado en su intento de golpe de Estado el 4 de febrero de 1992.

Luego de muchos bandazos y de orfandad política, y por esa suerte que le brindó el sistema democrático, llego al poder para imponerle al país, tras once largos años de gobierno, su “Comunismo del Siglo XXI”.

Claro esta que este neo comunismo no es a la usanza de los bolcheviques o al estilo de Mao Tse Tung; este es un poco más sofisticado, adaptado a los nuevos tiempos, con mucha influencia castro cubana, pero acompañado de muchos petrodólares que le han servido para chantajear al mundo, para enriquecer a los amigos, para engañar a su pueblo y para acabar con un país, que ha tenido la mala fortuna de tener petróleo, minerales, piedras preciosas, etc.

La estrategia para implantar el mentado comunismo, fue ir camuflajeado de demócrata, pero los hechos son contundentes y ya no puede ocultar la verdadera cara de comandante dictador.

El pasado domingo 7 de febrero, en el marco de su programa televisivo, Aló Presidente, el cual transmitió desde la plaza Bolívar de Caracas, disimulando un paseo por los alrededores de dicha plaza, levanto el dedo y le pregunto a sus secuaces, Jacqueline Farias, Jefa del Gobierno Metropolitano (por decisión del mismo dedo presidencial) y Jorge Rodríguez, Alcalde del Municipio Libertador, ¿que hay en esos edificios? y le contestaron, unos comercios y oficinas Presidente. ¡Pues entonces exprópienlos! acto seguido los guardianes de la revolución aplaudieron y vociferaron celebrando las ordenes del Comandante.

El lunes 8 de febrero, cientos de trabajadores y los empresarios dueños de los comercios y empresas que habitaban esos edificios, conocieron de cerca, en carne propia, lo que es el “Comunismo del Siglo XXI”. El Presidente sin aparente motivo, decidió; saltándose una vez más la Constitución, aplicar unas de esas leyes inconstitucionales que la Asamblea Nacional le ha preparado expeditamente, a solicitud de él, declarar de interés público unos edificios que tienen más de 40 años realizando esas actividades comerciales. Los empresarios saben que correrán la misma suerte de los agricultores a los que les arrebataron sus fincas y haciendas, es decir no cobraran ni un céntimo por sus propiedades, en pocas palabras otra confiscación de la propiedad privada. Como era de esperar los medios de comunicación, (los que todavía se atreven) les preguntaron a los responsables chavistas, cual será el nuevo uso de esos edificios, y no supieron decir para que se usaran. De nuevo, inventaron falsos argumentos, como el del Ministro de Cultura, Farruco Sexto, quien dijo que felicitaba al Presidente por su valentía, por querer convertir las calles aledañas a la casa natal de Bolívar, en una zona de patrimonio histórico.

Aparentemente, el Presidente, sin consultar a nadie decidió sobre la marcha quedarse con esas propiedades valiosísimas, aunque deja mucho que pensar, que unos de los bienes confiscados, es el famoso edificio La Francia, centro joyero, de compra y venta de oro, cuyos locales en su mayoría eran propiedad de ciudadanos judíos.

El resentimiento y la xenofobia antisemita que ha expresado Hugo Chávez más de una vez en contra de los judíos, nos hace pensar que seguramente pesa más este sentimiento y motivación para confiscar esos bienes, que cualquier otro argumento que se inventen ahora, para tratar de justificar una acción propia de los comunistas.

A la vista de todos, Hugo Chávez, sigue avanzando en la implantación de su Comunismo del Siglo XXI. El domingo pasado les toco su ración de castro chavismo a este grupo de venezolanos. De aquí en adelante, a temblar… en aquellas zonas donde el Presidente decida darse un paseíto antes de hacer su programa dominical.

No hay comentarios:

Publicar un comentario