viernes, 18 de junio de 2010

Ni-Ni or not Ni-Ni… that is the question

18-06-2010 - Eduardo Guerra

En la medida que se acerca el 26 de septiembre 2010, día de las elecciones parlamentarias en Venezuela, todas las encuestadoras (las oficialistas y las que no), han entrado en una fase de reconocimiento de las tendencias políticas más definidas, esas que generan más intención de voto. Al parecer, en todas ellas destaca un grupo de votantes que cada día crece o se mantiene, y que son conocidos como los Ni-Ni, es decir que Ni son opositores, Ni son oficialistas.

Personalmente me cuesta entender esta posición, la respeto, pero creo que en un país tan polarizado políticamente como Venezuela, ser Ni-Ni es casi una irresponsabilidad. Seguramente muchos de los que se declaran así, lo hacen por temor a las represalias que el régimen impone, otros, por conveniencia económica, y posiblemente el resto de los Ni-Ni por su analfabetismo político, del que se aprovechan siempre los políticos demagogos y poco honestos, esos que sobran en todos los países.

Hasta ahora la mayoría de las encuestas reflejan un bloque de chavismo duro, que puede llegar a un 30% +/-; otro bloque de anti-chavismo duro que también pude llegar al 30% +/-; y finalmente, de un 30 % a 35 %, conformados por los abstencionistas históricos, los indecisos y los Ni-Ni…

Hace unos días la empresa Hinterlaces, presento su más reciente medición, cuyos resultados fueron presentados a la prensa extranjera. El estudio que se realizo en el mes mayo, indica que el 37 % de la población responsabiliza a Chávez de los problemas del país, y que 44 % tiene una opinión buena del gobierno, contra 50 % de 2009.

El 64 % de la población quiere que Chávez entregue el poder en 2012. "Estamos llegando al techo electoral de Chávez, que está entre 36 y 40 %. Hay nuevas expectativas de futuro y la mayoría está buscando un nuevo líder", dice Hinterlaces, cuyo presidente, Oscar Schemel, explica que hay "una nueva mayoría que es resultado y respuesta a la fatiga hacia la polarización".

En los indecisos hay fuerte desconfianza tanto al Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV, como a los partidos de la oposición que conforman la Mesa de la Unidad, MUD. Según concluye Schemel, los Ni-Ni y los "chavistas autónomos" desean "especialmente" una Asamblea "plural y equilibrada" lejos de su actual dominación oficialista. "Las expectativas ya no están asociadas al Presidente. La gente busca alguien nuevo con una idea mejor". 36 % de los Ni-Ni evalúa de forma positiva la gestión de Chávez, mientras el 55 % la evalúa de forma negativa, según el estudio.

En resumen, tanto el PSUV como la MUD, tendrán que enfocar su estrategia a tratar de convencer a ese sector de la población votante. El chavismo puede que juegue a estimular su maquinaria tarifada, compuesta por los 2.500.000 empleados públicos, y a promover la abstensión de los Ni-Ni; a la MUD le toca otro tanto parecido, pero con cierta diferencia, estimular la movilización del antichavismo duro, y tratar de evitar la abstensión.

Parece mentira, pero el futuro de Venezuela depende de esos venezolanos que no han tomado partida por ninguno de los dos polos.

Dejar que otros tomen las decisiones por uno, es casi una cobardía política en una situación como la que vive Venezuela.

Ni-Ni or not Ni-Ni… ser o no ser, esa es la cuestión, todo un drama para un país, sus políticos y sus habitantes.

El 26 de septiembre veremos...

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