viernes, 11 de junio de 2010

Suicidio Bolivariano del Siglo XXI

11-06-2010 - Eduardo Guerra

El suicidio suele ser impulsado por un desequilibrio emocional y psicológico, y en algunos casos, puede ser una expresión de fanatismo religioso, estimulado por una fé ciega o ideología extremista. Si una persona se quiere suicidar, se podría entrar a discutir sobre la legitimidad de esa decisión, cuestión similar a la polémica legalización de la eutanasia. Esta breve introducción viene al caso, por que si el presidente de un país se quiere suicidar, podría afectar seriamente a toda su población, pero cosa distinta es que ese mandatario, quiera que el país entero se suicide con él. Ese es el caso de Hugo Chávez y la Venezuela que esta padeciendo el “Suicidio Bolivariano del Siglo XXI”.

Los venezolanos ya tiene 11 años viendo como Chávez y sus cómplices están acabando con Venezuela. Hasta ahora, y mientras los petrodólares fluyeron en cantidades abundantes, dio para que mucha gente, dentro y fuera del país, no les importara que el chavismo, lentamente, pero sin pausa, fuera violando continuamente la Constitución. El bozal de arepa ha seguido funcionando en la Quinta como en la Cuarta Republica.

A mi juicio, la megalomanía de Hugo Chávez en combinación con sus complejos y resentimiento social, han funcionado como un resorte para convertir la economía, la sociedad y las instituciones venezolanas en un caso digno de la Cruz Roja Internacional.

Y es que en Venezuela no queda un hueso sano, el suicidio bolivariano ha sido por partes.

Suicidio económico, según cifras oficiales.

Ø Año 2010, caída del 5,8% del PIB en el 1º trimestre.

Ø Menosprecio de la inversión privada nacional y extranjera como motor de creación de riqueza.

Ø Control de precios y control de cambios que ha provocado escasez de alimentos y de todo tipo de insumos para la industria.

Ø Fuerte apreciación del bolívar frente al dólar que estimulo una avalancha de importaciones y el cierre de miles de empresas del sector manufacturero.

Ø Caída de la producción agropecuaria, tales como la carne, leche, arroz, café y azúcar.

Ø Destrucción de empleos y una inflación feroz que se come los salarios.

Ø Inflación de 32% en los últimos doce meses.

Ø Fuga creciente de divisas por la desconfianza económica y política.

Ø Confiscación, no expropiación, de fincas y empresas que ahora están quebradas y arruinadas.

Ø Posible quiebra del sistema bancario nacional que depende absolutamente del poder del Presidente Dictador.

Ø En lo que va de año los productos agrícolas registraron un salto del 51%, según el Banco Central de Venezuela, el 25% más pobre del país destina 45 de cada 100 bolívares a la compra de la comida.

Suicidio moral e institucional.

Ø Sumisión y control del resto de los Poderes Públicos, que están bajo el control absoluto del Presidente.

Ø Utilización de la justicia para someter a los adversarios políticos (enemigos para él).

Ø Más de 150.000 muertes violentas en los últimos diez años, 97% impunes.

Ø Inseguridad personal y jurídica que hace invivible el país.

Ø Trapacerías electorales para sostenerse en el poder, a través del dominio ferrero del CNE.

Ø Corrupción galopante, jamás vista en Venezuela.

Ø Entrega del país al castro-comunismo cubano para sostenerse en el poder.

Hundir en la ruina a un país rico ante los ojos de más de 26 millones de venezolanos, como en cámara lenta. Triste realidad que no será fácil superar en el corto plazo.

No es justo que toda una nación sufra por la perversidad de un solo hombre, que en su fuero interno pareciera que quiere inmolarse sin razón aparente. Tocara a los sociólogos y filósofos analizar este fenómeno del Socialismo Suicidio del Siglo XXI de Hugo Chávez,

¡Venezuela, que Dios nos ayude…!

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