lunes, 24 de noviembre de 2008

23-11, el día que el color rojo se destiño…

21-11-08 - Eduardo Guerra
Por fin llego el día de la verdad tantas veces comentado en este espacio; el 23 de noviembre.
El próximo lunes 24 seguramente, si las encuestas no fallan, y el CNE no hace trampa… el mapa de Venezuela pasara de ser 95% rojo, rojito, a tener muchos colores variopintos, al menos en 66% aproximadamente.
Amarillo y negro de Primero Justicia, Verde de COPEI/PARTIDO POPULAR, Blanco de ACCION DEMOCRATICA, Azul intenso de UN NUEVO TIEMPO, Morado lila y amarillo de PODEMOS, Azul claro de PATRIA PARA TODOS, Blanco, negro, rojo y azul de ALIANZA A UN BRAVO PUEBLO, Naranja del MOVIMIENTO AL SOCIALISMO y otros varios colores de mucha pequeñas organizaciones que han nacido en esta década.
Los pronósticos tienen muy nerviosos al Presidente Chávez por que sabe que no podrá desconocer los resultados con facilidad, aunque cuente con todo el apoyo del CNE.
Al revisar los posibles resultados por estado, se deja ver que la aunque el chavismo ganara el mayor numero de alcaldías y gobernaciones, estas serán las menos influyentes y las mas pequeñas en población. En esa lista podrían quedar estados como Apure, Falcón, Lara (El único estado grande en la lista Chavista), Monagas, Anzoátegui (Gracias al cómico Benjamin Rauseu, mas conocido como El Conde del Guacharo, porque divide el voto de la oposición), Trujillo, Bolívar, Amazonas, Cojedes y quizás Barinas.
Por el lado de la oposición tradicional podrían quedar, Miranda, Zulia, Mérida, Táchira, Yaracuy, Carabobo, Nueva Esparta, Alcaldía Mayor de Caracas, Alcaldías de Sucre, Chacao, El Hatillo, y Baruta del área metropolitana, todas sin excepción las más pobladas e importantes del país.
Finalmente, del lado de la disidencia chavista (Para mi la nueva oposición bolivariana, la NOB) podrían quedar gobernaciones como la de Guarico, Sucre, Aragua, y quizás Barinas.
Por primera vez en diez años el chavismo esta batiéndose en retirada; por más esfuerzo e insultos y más amenazas proferidas por el Comandante, pareciera que el candidato único del gobierno no ha podido arrastra a las grandes masas, con todo y las lavadoras y neveras que regalaron. El voto el 23 de noviembre para elegir 22 gobernadores, 328 alcaldes, 23 consejos legislativos y 6 cabildos metropolitanos representa esta vez mucho más que una mera elección de autoridades regionales. Lo que está en juego es si Hugo Chávez tendrá o no fuerza para consolidar su poder y destruir la Democracia.
El principal escollo podría ser la abstención. Un bajo índice de votantes podría limitar la oposición a apenas cinco o seis gobernaciones, mientras que un número masivo de electores podría arrojar entre nueve a 10 gobernaciones.
Hay que recordar que las mesas estarán custodiadas por las nuevas Milicias Bolivarianas en un 70% y el resto 30%, en manos de la FAN. El refrán dice “zamuro cuidando carne”. Los bolivarianos vestidos de verde, con un FAL en las manos, con boina y brazalete rojo meterán miedo al electorado.
Los violentos discursos y amenazas del Presidente están animando a sus seguidores a acudir a las mesas de votación el domingo (por miedo a las represalias si no votan), mientras que el mismo discurso violento y las amenazas podrían desalentar a muchos opositores y seguirle la estrategia al Presidente, igual que ha ocurrido en el pasado. (Se cree que las amenazas de violencia fueron una de las principales razones para que los niveles de abstención fueran mayores a lo esperado en elecciones clave como la del Alcalde del municipio Sucre de Caracas y la Gobernación de Miranda en 2004, las cuales quedaron en poder de chavistas por estrechos márgenes).
La oposición alcanzó grandes logros al presentar candidatos unitarios para más de 90% de los cargos a gobernadores, alcaldes y concejales de las asambleas legislativas (aunque hay casos como los de Bolívar, Anzoátegui y Chacao que son una vergüenza para la oposición).
Muchos candidatos de la oposición han desarrollado campañas poco interesantes y no han logrado presentar mensajes claros con los que los electores puedan identificarse. Por supuesto, muchos de ellos han carecido de fondos para financiar sus campañas, lo que se ha traducido en que no han construido organizaciones sólidas y no han realizado suficiente publicidad de campaña dirigida a las audiencias masivas. Mientras tanto, los candidatos del PSUV han disfrutado de abundantes ventajas financieras y propagandísticas.
Así pues, algunos que normalmente votarían por un candidato apoyado por el Presidente podrían quedarse en sus casas porque sienten que el mensaje de la oposición democrática es vacío, o como forma de protesta por la incapacidad de presentar candidatos unitarios para todos los cargos de elección.
Además, el optimismo expresado recientemente por algunos líderes de la oposición podría fomentar la abstención entre algunos electores, en especial entre aquéllos que ingenuamente creen que grandes victorias de la oposición (por ejemplo, Chacao) son tan seguras que se permiten caer en la trampa de no salir a votar el día de la elección.

Por último, están aquéllos que siguen estando convencidos de que el CNE puede manipular el voto. Para este momento ya debería estar claro que la “manipulación” que existe es el tradicional dicho de “acta mata voto”, el proceso en el cual los testigos de mesa de los partidos introducen votos adicionales después de que han cerrado las mesas de votación o manipulan el número de votos. Ésta es una lección que la oposición parece haber aprendido. Organizaciones como Súmate y los propios partidos políticos, han hecho un gran esfuerzo para adiestrar a los miembros de mesa y testigos a fin de garantizar su presencia en los centros de votación.
Así, igual que en diciembre de 2007, las posibilidades de fraude están siendo reducidas a un mínimo controlable. La única posibilidad real de fraude es que la manipulación del Gobierno y las amenazas de Chávez induzcan a un buen número de electores a quedarse en casa. Los electores deberán entender que no acudir a votar, de hecho, será votar por Chávez.
Tras una década del Comandante en el poder, la mayoría de los venezolanos tienen una idea clara de quién es realmente el Presidente y de lo qué quiere imponer en el país: pobreza permanente, subdesarrollo sostenido la pérdida de las libertades y corrupción a manos llenas. Durante estos diez años, Chávez ha acumulado un récord de destrucción para su descrédito eterno.
Amanecerá y veremos. La noche del domingo promete ser muy larga, dado que el arbitro (CNE) ha cambiando las reglas del juego, ahora dice que dará los resultados cuando las tendencias sean irreversibles (significa que no se sabe que día y a que hora), cuando la norma dice que debían dar los primeros escrutinios cuando estuviera contados el 85% de los votos.
Nos la jugamos… “Patria, Socialismo o Muerte”, versus, “Democracia, libertad y trabajo”.
Para finalizar, toca reprochar que el árbitro (CNE) no permita que los venezolanos que vivimos fuera de Venezuela podamos votar en este proceso electoral, pero la angustia y la tensión la vivimos igual. Será un motivo más para luchar por ese derecho en un futuro.
Voto es igual a detergente, a lejía, pues, a desteñir el rojo rojito el próximo domingo…

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